La empresa, con sede en Milton Keynes (al noroeste de Londres), era el mayor fabricante de pianos del Europa Occidental y tenía previsto celebrar su centenario en 2011.
Sin embargo, la firma japonesa Yamaha, dueña de Kemble and Co, ha anunciado que se ve obligada a clausurar su filial británica porque ya no es viable económicamente, pese a que la venta de pianos aumentó el año pasado.
"Dado que el nicho de mercado para pianos medianos está bajo una creciente presión y con el fin de mejorar nuestra competitividad a largo plazo, la mejor solución es utilizar nuestra capacidad manufacturera en otros lugares", dijo un portavoz de Yamaha.
Por consiguiente, los pianos Kemble se fabricarán en instalaciones de Yamaha radicadas en otros países a partir del próximo mes de noviembre.
El codirector gerente de Kemble and Co, Brian Kemble, nieto del fundador de la compañía, declaró hoy que "es un día muy triste para mi plantilla, la familia Kemble y la industria manufacturera del Reino Unido".
Sin embargo, Kemble expresó su "enorme deuda de gratitud" hacia la empresa matriz, que acudió al "rescate" de la firma británica durante la recesión de los años ochenta.
Desde que en 1986 Yamaha entró en el accionariado de la histórica empresa, Kemble and Co ha fabricado y vendido 120.000 pianos, al tiempo que recibió en 1992 de la reina Isabel II el "Premio al Logro Exportador".
Pese a todo, Brian Kemble se declaró "encantado" de que Yamaha siga utilizando en el futuro su marca, cuyo eslogan es: "Una nota y sabrás que es un Kemble". EFE